La fractura que existe entre el estado natural de las cosas, y cómo llegan a nosotros en forma de producto, es a veces dramática. El proceso de transformación de uno a otro es en muchas ocasiones el gran desconocido, el olvidado, a pesar de que puede estar cargado de belleza.
Tomar ese proceso, y suspenderlo en el tiempo, buscando cualificar estéticamente la morfología de los elementos: esto fue lo primero que me dibujó en la mente la obra del suizo Vincent Kohler.
Vincent Kohler, nacido en 1977 en Nyon, es un artista y profesor de la Universidad de Arte y Diseño de Ginebra (Suiza). Su escultura Billion es capaz de extraer, desde la sencillez y cotidianidad de un tronco de madera, toda una geometría sugerente, alterando simplemente la composición habitual .
Las piezas que forman la figura bien podrían servir como elementos que permiten hacer arquitectura, pero dispuestos en un orden totalmente diferente: el orden natural, el origen. El árbol aserrado muestra qué piezas se usan, y los vacíos, la cantidad de residuos que se producen en este proceso. El hecho de que esos vacíos tomen forma gracias a la disposición de los listones de madera, en el lugar en el que le corresponderían, permite situarte en ese momento alterado del proceso.
Me gusta utilizar objetos olvidados o que, a priori, no tienen interés. Me dejé seducir por la belleza y la espontaneidad de las cosas más populares.
La escultura, curiosamente, está hecha completamente de poliestireno, resina y pintura.